Dia 12: El diagnostico

Todo en Brasil parece tener un ritmo propio y distinto al ritmo del resto del planeta ( o al menos del ritmo de las zonas del globo que me ha tocado recorrer ). Sin ánimos de criticar podría aseverar que los brasileros tienen una concepción del tiempo muy particular que hace que no utilicen conceptos tales como hora precisa sino que digan frases como : por la tarde o a manhã, como queriendo referirse al tiempo como una ventana que se abre y se cierra durante un lapso y no a un corte cronométrico en nuestras existencias. Todo esto es para decir que estuvimos esperando a Gaucho buena parte del día y llego sin mucho apuro y sin nada de remordimiento hacia el fin de la tarde.

mecanico

Esperando al mecanico en el Iate Clube de Santa Catarina

Fue exhaustivo en su análisis y coincidió con nuestro diagnostico inicial de que no llegaba bien el combustible a los pistones uno y tres. Le toco desarmar los inyectores para ver que estaba pasando y enseguida encontró la falla: los inyectores estaban todos empastados y habría que reemplazarlos. ¿ Eso es todo? Que bien , entonces podríamos irnos pronto para Angra.

No tan rápido, debía verificar si la distribuidora de volvo le podía enviar estos inyectores en esa semana. Calculo que en dos o tres días los podría tener. Nuestras esperanzas de una pronta partida se desvanecieron. Aquí es donde comencé a aprender que la principal virtud que todo marino debe poseer es la paciencia. Nos tocaría esperar porque aun nos quedaban miles de millas con la corriente y el viento en contra y el motor seria tan necesario como el agua o la comida.